20 de mayo: Día de la Carta de Amor

Difundilo con amor

Cuando las palabras valen más que 1.000 likes

Hay cosas que no envejecen. Hay algo inmortal en una carta de amor. Que siguen latiendo, aunque pasen los siglos.
Algo que sobrevive al tiempo, al olvido, incluso al dolor. Cuando alguien se anima a escribir lo que siente, le da forma a lo invisible: el amor, la nostalgia, la ternura, la verdad.

En un mundo que vive a la velocidad del “visto”, escribir una carta es resistir con ternura. Es tomarse un instante para decirle a otro: “Te pienso. Te siento. Te valoro. No me da igual que estés”.

Este 20 de mayo, Día de la Carta de Amor, te proponemos volver a ese gesto simple y profundo: escribir lo que sentís. Con honestidad. Con belleza. Con tu voz.

Cartas que hicieron historia

Las cartas de amor han sido testigos de pasiones eternas, amores imposibles y despedidas que rompieron el alma. Mucho antes de los emojis, hubo tinta, papel y sentimientos sin filtros. Algunas de las más recordadas:

Frida Kahlo, apasionada y poética, le escribió a Diego Rivera:
“Te quiero más que a mi propia piel y aunque no me quieres de la misma manera, me quieres, ¿no? Aunque sea un poco.” En otra carta le escribió: “No te pido que me entiendas, solo que no me olvides.”

Vincent Van Gogh, atormentado y brillante, le escribía a su hermano Theo para contarle no solo su arte, sino también su necesidad de amar y ser comprendido. “El amor es algo más grande y más fuerte que yo, y me empuja como un huracán.”

Napoleón Bonaparte, en medio de sus campañas militares, le enviaba cartas ardientes a Josefina que firmaba con frases como: “No te vistas, vuelvo enseguida”. “Desde que te dejé, he estado triste todo el tiempo… te beso mil veces en la boca, en los ojos, en el corazón.”

Oscar Wilde, escribiendo desde la cárcel a su amante Alfred Douglas: “Mi alma está atrapada entre el amor que aún te tengo y la amargura que me dejaste.”

Beethoven, enigmático, dejó una carta a su “amada inmortal” cuya identidad nunca fue confirmada, pero cuya intensidad trascendió los siglos. “Nunca podré amar a nadie más que a ti, nunca.”

Y Shakespeare, en sus sonetos y en sus obras, dejó cartas disfrazadas de monólogos, llenas de deseo y de eternidad.

¿Cuál fue la primera carta de amor de la historia?

La carta de amor más antigua que se conoce fue escrita hace más de 4.000 años en la antigua Mesopotamia, en idioma sumerio, sobre una tablilla de arcilla.
Fue hallada en las ruinas de Nippur (actual Irak), y está dirigida a un rey llamado Shu-Sin por una joven sacerdotisa.
Una parte dice: “Novio mío, tan querido a mi corazón, tu ternura es más dulce que la miel.”
Esa tablilla demuestra que el amor escrito tiene raíces milenarias, y que lo esencial no cambia: el deseo de decir lo que sentimos.

Una de las más conmovedoras: Sullivan Ballou a su esposa

En 1861, en plena Guerra Civil de EE. UU., el soldado Sullivan Ballou le escribió una carta a su esposa Sarah antes de ir al frente. Murió una semana después. La carta fue encontrada después de su muerte y hoy es considerada una de las más conmovedoras de todos los tiempos.
Una parte dice: “Si muero, mi amor por ti vivirá en la eternidad. No puedo describir con palabras cuánto te amo. Cuando el viento sople entre los árboles, cuando el sol acaricie tu rostro, sabrás que soy yo, tocándote desde lejos.”

Las cartas de amor no necesitan ser famosas. Basta con que sean verdaderas. Hoy es tu turno. Una propuesta desde el corazón, no hace falta ser poeta ni famoso para escribir una carta que deje huella.
Solo hace falta ser sincero. Y animarse.

Porque una carta de amor no es solo un papel: es una huella, es presencia, un regalo, un refugio eterno. ¿Te animás a escribirla?


Agradecemos especialmente la colaboración de:
Siri Inmobiliaria (Tigre)
Mariana Funes Siri, Abogada (Tigre)
Guardería Náutica Anahí (Tigre)
Aikido Ren Sei
Navarra, Distribuidora (Florida)
Orion, Computación (Florida)

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