Lady Godiva (Leyenda)

Lady Godiva fue una dama anglosajona de principios del siglo XI famosa por su belleza y su bondad casada con Leofric, conde de Chester y de Mercia y señor de Coventry. Su nombre anglosajón Godgifu ó Godgyfu quiere decir gift of God («regalo de Dios»), Godiva es la versión latina del nombre. El mito de Godiva ha persistido en la memoria de los tiempos por su osadía de pasearse desnuda por el pueblo en respuesta al desafío que le lanzara su esposo para concederle una petición que beneficiaba a sus vasallos. Aunque no está claro cuál es el origen y la fuente de la historia parece ser que todo se remonta al siglo XIII, a la historia que cuenta un trovador llamado Roger de Wendower, que es quien narra lo sucedido a Lady Godiva.
Lady Godiva y el Conde de Chester eran dos personas muy religiosas y como tal fundaron el monasterio de Coventry, ahora en ruinas. Leofric fue un excelente administrador de la comarca, tanto que llegó a conseguir que el pueblo fuera un centro importante en la región. Pero poco a poco la ambición fue apoderándose del conde y comenzó a esquilmar con tributos abusivos a sus vasallos. Mientras tanto el espíritu humano con el que contaba Godiva, le permitió tener más contacto con la gente. Fue así como ellos fueron sintiendo más afecto y respeto por ella. Debido a la gran sensibilidad que Lady Godiva poseía hacia los que la rodeaban, pudo percibir que los habitantes del pueblo no tenían una calidad de vida lo suficientemente digna de acuerdo al trabajo y esfuerzos que realizaban.
Lady Godiva repetidamente imploró a su marido que disminuyese tan altos impuestos, y una y otra vez él se negó. Cuando pretendió subirlos aún más, los campesinos pidieron ayuda a la señora del castillo. Compadecida de sus súbditos, intentó interceder por ellos y su esposo para disuadirla fingió acceder con una condición: ella tenía que atravesar la plaza del mercado de Conventry, “montada a caballo y sin más vestiduras que sus cabellos para que todos pudieran contemplar su belleza”.
Obviamente Leofric no esperaba que su esposa aceptase el desafío y que era ridículo porque en esa época la mujer no tenía voz ni voto y siempre estaba al margen de cualquier situación. Lady Godiva había acordado con los habitantes del poblado que se mantuvieran encerrados en sus casas durante todo el día y tapiadas las ventanas para no sentirse turbada. Los vecinos respetaron el deseo de su señora, agradeciéndole así el gesto que tenía con ellos.
Cierto día de mayo del año 1047, Lady Godiva se paseó desnuda por el pueblo montada en su caballo blanco cubierta únicamente por su larga cabellera y su dignidad, mientras todos los vecinos de Coventry permanecían en sus casas con las ventanas cerradas, excepto un sastre que no pudo resistir la curiosidad de observar a su señora desnuda por una ventana ni de jactarse de ello posteriormente. Inmediatamente quedó ciego, según cuenta la leyenda. Tal actitud le costó el repudio total de todos sus vecinos, quienes desde entonces, lo sometieron a un completo ostracismo y se le bautizó con el sobrenombre de Peeping Tom (Tom el Mirón).
El conde conmovido por el gesto de su esposa, cumplió con su palabra de honor suprimiendo los impuestos innecesarios y reduciendo otros. Leofric se dio cuenta que la mujer con la que había vivido tantos años era capaz no sólo de amarlo a él, sino a todos los que él nunca había tomado en cuenta como personas. Se percató que así como Lady Godiva demostraba su amor respetándolo, también lo demostraba a su gente desafiándolo a él y a ella misma. Lady Godiva está enterrada en St Mary´s Hall, en Coventry.

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