Infancias saludables
Pequeños hábitos que hacen una gran diferencia
Desde la alimentación hasta el descanso, los buenos hábitos adquiridos en la infancia marcan el camino hacia una vida más sana, plena y equilibrada. En esta nota, repasamos recomendaciones simples pero poderosas para acompañar a los chicos en el desarrollo de una rutina saludable.
Alimentación colorida, consciente y natural
Fomentar una alimentación variada, con frutas y verduras de todos los colores, ayuda a incorporar vitaminas y minerales clave para el desarrollo. Siempre que sea posible, se recomienda optar por productos orgánicos, que están libres de agrotóxicos y conservan mejor sus propiedades naturales. Incluir a los chicos en la elección y preparación de las comidas no solo fortalece el vínculo familiar, sino que también despierta su interés por los alimentos saludables.
Movimiento diario, más allá del deporte
No hace falta ser atleta para mantenerse activo. Jugar, caminar, andar en bicicleta o bailar en casa también suma. Lo importante es que el movimiento esté presente cada día, al menos durante una hora. El sedentarismo infantil es un problema creciente, y puede prevenirse con actividades simples y divertidas.
Pantallas sí, pero con límites
Las pantallas forman parte del mundo actual, pero su uso excesivo puede afectar la salud visual, el sueño y la concentración. Se recomienda no más de dos horas diarias de pantallas recreativas, priorizando siempre actividades al aire libre, la lectura o los juegos de mesa.
Buen descanso, mejor desarrollo
El sueño es esencial para el crecimiento y la salud emocional. Los niños en edad escolar necesitan entre 9 y 11 horas de descanso cada noche. Establecer rutinas antes de dormir (como evitar pantallas, cenar liviano y leer un cuento) mejora la calidad del sueño.
Higiene como hábito cotidiano
Lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño, cepillarse los dientes al menos dos veces al día y bañarse con regularidad son costumbres fundamentales para prevenir enfermedades y fortalecer el autocuidado desde temprana edad.
Espacios para hablar y expresar emociones
El bienestar también es emocional. Escuchar a los chicos, validar lo que sienten y ofrecer herramientas para expresar sus emociones es tan importante como cuidar su cuerpo. Hablar sobre lo que les pasa, sin minimizar ni juzgar, fortalece su autoestima.
Incorporar hábitos saludables en la infancia no requiere grandes inversiones, sino constancia, amor y buen ejemplo. Las familias, las escuelas y la comunidad tienen un rol clave para acompañar ese proceso. Porque cuidar la salud desde chicos es sembrar bienestar para toda la vida.
Agradecemos especialmente la colaboración de:
Isla Margarita Hostería (Islas del Delta)